LEVOLAC FEED es un alimento predigerido mediante varias cepas de bacterias lácticas vivas (probióticos) y nutrientes como fructo-oligosacáridos y β-glucanos (prebióticos). Producto rico en enzimas: α y β amilasas, glucosidasas, hemicelulasas, proteasas, fitasas, etc.
Favorece la multiplicación y desarrollo de determinadas poblaciones microbianas autóctonas. En los rumiantes en general, algunas de las cepas seleccionadas tienen una potente capacidad de asimilar el ácido láctico. Principal causante de la acidosis, convirtiéndolo en metabolitos no tóxicos para el animal, por lo que resulta un producto excelente para el tratamiento de la indigestión y sus complicaciones.
Los efectos beneficiosos de la administración de LEVOLAC FEED, se relacionan con una modulación del microbiota intestinal, aseguran una repoblación del aparato digestivo con una flora amilolítica y celulolítica, que actúa evitando el desarrollo de otros microorganismos potencialmente patógenos que aumenta las poblaciones beneficiosas de bacterias en detrimento de coliformes y otras enterobacterias potencialmente patógenas, entre los que se encuentran E. coli y Clostridium spp. Y Strep.bovis. En este sentido, LEVOLAC FEED sería muy interesante su aplicación en procesos que cursen con disbiosis o como preventivo en las fases críticas de la producción que pueden comprometer el microbiota. Por ejemplo, cuando se produce una inadecuada o un cambio en la alimentación, se originan alteraciones en el microbiota (flora intestinal) que predispone a los animales negativamente a la producción.
Las bacterias lácticas que contiene estabilizan el pH intestinal y controlan las fermentaciones de los almidones, reduciendo el riesgo de la acidosis. Estos efectos son debidos a una mayor utilización de la fibra y a la posibilidad de poder aumentar la concentración energética de la dieta, sobre todo durante la estación estival cuando sobreviene una bajada de la ingestión voluntaria del alimento.
En el rumen se establece una sincronía entre el nitrógeno disponible con las cadenas de carbono resultantes del proceso de fermentación de la fibra. Este hecho produce una mayor cantidad de proteína bacteriana que se traduce en un incremento de la proteína digestible intestinal, así como más ácido acético y propiónico que posibilita un uso más eficiente del nitrógeno en el rumen.
Previene problemas de estrés muchas veces provocados por cambios alimenticios, ambientales, sanitarios y de pre-post parto.
Ayuda a las bacterias ruminales a adaptarse rápidamente a la nueva alimentación y recuperar la flora autóctona del rumen.
